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Tips para detectar calorías ocultas

2021-07-16

Empecemos por algo sumamente importante: las calorías no son malas, nos ayudan a mantenernos vivos y nos dan energía. No debemos satanizarlas nunca, porque los alimentos no son buenos ni malos, y algo bajo en calorías no es necesariamente nutritivo así como algo alto en calorías no es necesariamente dañino. Conocer nuestro metabolismo basal, es decir, la cantidad de calorías que quemamos simplemente por estar vivos, puede ser de gran utilidad para determinar cuántas calorías por debajo de ese número necesitamos consumir para generar un déficit calórico en caso de que busquemos perder grasa o cuántas necesitamos consumir o cuántas por encima de ese número necesitamos para ganar masa muscular. Pero recuerda que nunca debemos abusar del déficit ni del exceso de calorías, porque es entonces cuando le podemos hacer daño a nuestro cuerpo. Es importante que no les tengas miedo y tampoco te obsesiones en contarlas. 

Ahora bien, cuando estás buscando un déficit calórico sano en tu alimentación, las calorías ocultas en ciertos alimentos te pueden sabotear fácilmente. Por eso hoy queremos darte algunos tips para detectarlas. 

 

Light no significa bajo en calorías 

La mercadotecnia siempre está haciendo de las suyas. Uno de los trucos más conocidos es poner la etiqueta de “light” a todos sus productos. Hay muchísimas cosas altamente calóricas, como la mayonesa, que tienen una versión light. Esto solamente significa que son menos calóricas que su versión normal, pero no quiere decir que sean bajas en calorías. Recuerda que, cuando consumimos alimentos procesados, siempre está la opción de leer la etiqueta. Una de las cosas que poca gente sabe es que la lista de ingredientes se ordena de mayor contenido a menor contenido. Esto nos sirve para poder evaluar, además de la cantidad de calorías que indica el empaque, la calidad de esas calorías. Por ejemplo, unas galletas “light” que tienen como primeros ingredientes harina refinada y azúcar, no solamente serán altas en calorías sino que además no tendrán nutrientes. En ese caso, probablemente sería mejor consumir galletas cocinadas en casa, endulzadas con stevia y hechas con harina de almendras. 

 

Calorías ocultas en la preparación 

Hay cosas que no necesariamente vemos de los alimentos que consumimos. Por ejemplo, si se cocinó con aceite y, en ese caso, con qué tipo de aceite. En casa es más fácil llevar un control de esto. Pero en restaurantes es común que el té helado, que solito es bajo en calorías, esté endulzado con azúcar; o que el aderezo de la ensalada sea muy cremoso (lo que usualmente indica que es alto en calorías) y ciertas cosas se cocinan con manteca. Nuestro mejor tip en este caso es que no tengas pena de preguntar y pedirle al mesero de manera amable algunas modificaciones en tu platillo. 

 

El alcohol tiene calorías, y a veces son muchas 

En general, las bebidas alcohólicas contienen muchas calorías. Y ni te vamos a decir que no te tomes unos tragos entre amigos, pero siempre hay formas de darle la vuelta a las cosas sin que pese tanto. Una de las medidas que puedes tomar, es preferir el alcohol sin preparar: un caballito de tequila o una copa de vino pueden ser buenas opciones. Si pides el tequila en margarita, es posible que lleve además algún jarabe, y si pides el tinto de verano es probable que tenga refresco. Esas calorías van sumando, y claro que se vale. Si vas a optar por una paloma o una cuba, siempre tienes la opción de pedir refresco sin azúcar. La idea es que tomes la decisión siendo consciente de cuáles son las versiones más calóricas. 

 

Recuerda que, con medida, todo se puede. La idea de darte estos tips es que no te frustres en el proceso. A veces, cuando le estamos echando todas las ganas del mundo y no vemos resultados, llegamos al punto de la frustración. Saber cuáles son las cositas que pueden sabotear el proceso para alcanzar tus metas siempre será una buena manera de evitar este punto. ¡No tires la toalla! Hay cambios pequeños que marcan grandes diferencias.